La revolución digital ha cambiado muchas cosas en el mundo. La música, las canciones y los procesos de producción, difusión y consumo que las acompañan no han sido una excepción.
Una de las nuevas posibilidades que han surgido de esta transformación tecnológica son los home studios.

Básicamente, se trata de emular en un entorno doméstico el trabajo que se solía hacer en un estudio profesional de grabación de audio, por lo menos, hasta cierto punto.
¿Cómo es posible?
El principal responsable de esta transformación, el centro de operaciones de los nuevos estudios de grabación, tanto caseros como también los profesionales, es la computadora, el ordenador, esa máquina de procesar datos.
La progresiva evolución de estos aparatos y sus mejoras constantes han hecho posible que prácticamente cualquier persona disponga en su hogar de una computadora. Y aunque, si queremos procesar muchos elementos al mismo tiempo, cualquier ordenador no nos va a servir, lo cierto es que cada vez más computadoras asequibles pueden asumir la grabación de audio digital.
El Midi
La primera tecnología que permitió empezar a convertir una computadora en un aliado de la creación de música fue el Midi.
Creado en la década de 1980, el Midi, o Musical Instrument Digital Interface, consiste en un protocolo, una especie de lenguaje musical digital, que permite la comunicación entre equipos musicales electrónicos, el intercambio de información entre ellos y también con un ordenador personal.
Simplificando, diremos que el Midi es un tipo de información digital pensado para las peculiaridades de los sonidos musicales. Junto con fuentes de sonido hace posible, entre otras cosas, que grabemos música en nuestra computadora, incluso sin disponer de instrumentos tradicionales.
Esta tecnología abrió la puerta a un nuevo mundo de posibilidades y experimentación que todavía continúa en nuestros días.

Las librerías de sonidos y samplers
Inicialmente, el Midi reproducía sonidos en pocos bits ya que eso era lo que los ordenadores de aquellos años podían procesar. Por lo tanto el resultado sonoro era pobre y sus posibilidades y usos estaban muy limitados.
Con el tiempo, las computadoras fueron ampliando sus recursos y su mayor rendimiento permitió que entraran en juego las muestras de sonidos reales. Grabaciones de notas, de articulaciones propias de cada instrumento, digitalizadas que después podían reproducirse vía Midi, mejorando enormemente los resultados.
Igualmente, los efectos de sonido tales como reverberaciones, distorsiones y demás siguieron ese mismo camino hacia lo digital y cada vez fue más fácil implementarlos en los procesos de grabación y mezcla.
Los samplers seguían una filosofía parecida, aunque podían tomar muestras más largas o incluso fragmentos musicales completos con varios instrumentos implicados en ellos. Estas muestras eran igualmente manipuladas en el ordenador o en los mismos samplers, que no dejan de ser un tipo de computadora, hasta que, combinados y transfigurados, resultaban en nuevas composiciones musicales y estilos o géneros completos basados en ellos, como en el Hip hop.
Las posibilidades online y en la nube
Con el paso de los años y la mejora constante de la conectividad y la transmisión de datos, estas tareas domésticas han alcanzado otra dimensión. Ya no tienes porqué estar en tu casa o lugar de trabajo limitado por los dispositivos de que dispongas allí mismo, sino que puedes compartir y colaborar a distancia, o directamente en un lugar virtual intermedio, en la llamada nube, y desarrollar así proyectos colectivos con los recursos de cada uno sumados en ellos.
Servicios online, así mismo, han aparecido y siguen haciéndolo para facilitar y ampliar las posibilidades de un compositor, compositora o músico cualquiera, esté donde esté y disponga de el material que disponga para ejecutar y grabar sus ideas.
Elementos básicos de un Home Studio
Un Home studio puede ser todo lo sofisticado que queramos o podamos pagar. De hecho, cada vez se trabaja más profesionalmente, por completo o sólo en parte, con el material sonoro grabado en entornos domésticos.
De todos modos, la mayoría de los músicos y escritores de canciones tienen en casa o en el lugar de ensayo y trabajo, algún tipo de estudio casero dónde se graban pruebas, esbozos, demos, maquetas o incluso la música completa de obras en proceso de creación.
El equipo mínimo para poder trabajar de esta manera con una computadora en tu casa o habitación serían los siguientes.
Computadora
Vas a necesitar un ordenador personal para centralizar las fuentes sonoras, grabarlas y combinarlas hasta donde quieras o puedas.
Esa computadora deberá tener dos características con un rendimiento aceptable. El procesador, que ejecutará la suma de las tareas digitales que queramos desarrollar y la memoria Ram, que velará por que las grabaciones en tiempo real tengan poca latencia, o retraso temporal, y podamos sincronizar fácilmente lo grabado o reproducido por la computadores con las nuevas grabaciones externas que vayamos añadiendo al proyecto.
Que no haga mucho ruido al trabajar, hará también que nuestras grabaciones por microfonía suenen más limpias.
Interfaz de audio o tarjeta de sonido
Este aparato será el encargado de recibir nuestras interpretaciones desde el instrumento, por línea, o el micrófono, procesarlo en alguna medida y transformarlo en información digital que recibirá la computadora.

Estos dispositivos están construidos específicamente para mejorar la calidad del audio que grabemos y cada vez hay más modelos, de todos los precios y calidades, disponibles en el mercado.
Micrófono
Si quieres cantar o reproducir y grabar ell sondo de instrumentos acústicos, también vas a necesitar un micrófono. Según el uso que le vayas a dar, deberías elegir uno dinámico o de condensador.
Los dinámicos son más robustos en todos los sentidos y se suelen utilizar para recoger señales acústicas fuertes o agresivas. Los micrófonos de condensador, por su lado, son más finos y delicados al hacer su trabajo, por así decirlo, y son ideales para transmitir señales más suaves y sus detalles.

Hay más clases de micrófonos pero en el entorno de un Home studio, estos dos tipos son los más utilizados.
Teclado controlador o Midi
Un teclado controlador Midi es la opción más sencilla y accesible para comunicarnos con las librerías de sonidos, efectos y demás que tengan los programas, aplicaciones y periféricos disponibles.
Con un teclado controlador y un a librería orquestal podrás tocar el sonido de un violín desde el teclado, o de un trombón, o de un piano de cola. Podrás programarlo para cambiar parámetros o efectos de sonido en tiempo real y muchas funciones más.
Hay de todo tipo, con más o menos controles, con mayor o menor registro, número de teclas, diversas sensibilidades y contrapesos.

Una vez más, según el uso que le vayas a dar así deberá ser el dispositivo controlador que elijas.
Altavoces o auriculares
Para un Home studio normalmente necesitarás unos altavoces de campo cercano y/o unos auriculares.
Es un punto importante si quieres escuchar fielmente lo que estas trabajando. Probablemente, unos altavoces sean lo más indicado para ello pero, en ese caso, el espacio donde estén situados es importante debido a que el sonido que escuches se va a ver afectado por las reflexiones y rebotes del entorno, paredes, techo, etc …
Los auriculares no tienen ese problema y, bueno, no dejan de ser una forma cotidiana, pero artificial de escuchar los sonidos, sin el medio que los transporta, el aire, de por medio.

DAW
Y todas esta fuentes de sonido, una vez que entren en la computadora van a ser registradas y tratadas por un programa, un software especializado, un DAW.
Los Digital Audio Workstations son, básicamente, una emulación, una versión digital de una mesa de grabación y mezclas analógica. Normalmente, organizadas por pistas, los instrumentos, voces y cualquier elemento que vaya a participar de la canción o proyecto tendrá allí su sitio, su pista. A partir de entonces se combinará con el resto de elementos sonoros y será manipulado de diferentes formas hasta conseguir un resultado final conjunto.

Hay un buen puñado de estos programas secuenciadores. Desde clásicos como Cubase o Protools hasta nuevos conceptos de este tipo de softwares como Ableton Live y otros, más enfocados a trabajar con fuentes digitales, con una organización modular, con distintos objetivos musicales de los tradicionales.
¿Qué quieres hacer? ¿Qué necesitas?
Este es el equipamiento básico que se necesita para grabar audio en casa con una calidad aceptable. Evitando el ruido de fondo que acostumbran a generar las tarjetas integradas de audio y pudiendo ejecutar sonidos pregrabados de las librerías de sonido, estaremos en condiciones de producir esbozos o demos de nuestras canciones con unos resultados sonoros aceptables.
Si queremos más calidad, más posibilidades o acercarnos a lo que sería un estudio profesional clásico, nos hará falta más material: instrumentos, insonorización, mayor potencia de la computadores, mejores conversores digitales y un largo etcétera de posibles mejoras.
Piensa cuál es tu objetivo, cuáles son tus ambiciones, si te gusta el proceso de grabar, de tratar con las sutilezas del sonido y sus procesos o si, por el contrario, sólo pretendes grabar tus ideas, tus letras, melodías, y esbozar ideas de arreglos que después serán tratados por tu grupo, tus músicos u otros intérpretes.
Según cuáles sean tus gustos y pretensiones necesitarás más o menos equipo, dinero y espacio. Si no estás seguro todavía, con un ordenador de gama media, un teclado controlador midi, un programa secuenciador (DAW) y, tal vez un micrófono tendrás todo lo necesario para empezar a probar el fantástico mundo de la grabación de audio digital.
Si te gusta la música, tocas un instrumento o dedicas tiempo a escribir canciones, hay unas cuantas buenas razones para grabar tus cosas, para que te pongas a ello ya.