Probablemente has oído hablar de ellos, pero tal vez no sabes bien a qué se refiere lo que se llama, en ocasiones, modos griegos o, incluso, gregorianos o, como podemos llamarlos en la actualidad, sencillamente, modos armónicos.

Vamos a ver en qué consisten, las diferencias importantes que hay entre esos nombres y, lo que es más importante, sus usos a la hora de componer música y su papel en la teoría musical académica y la armonía, en general.
¿Qué son los modos en la música?
Los modos musicales son formas concretas de organizar las notas y, por lo tanto, dan lugar a unos contextos armónicos concretos, a un sonido peculiar cada uno de ellos, a unos colores sonoros, si quieres verlo así.
Una escala modal, típicamente, usará unas notas, separadas por unos intervalos musicales determinados, y darán una importancia mayor a alguna de ellas, con el objetivo de conseguir el sonido o carácter específico de ese modo armónico concreto.
Y el uso preferente de los acordes que contengan esas notas características permitirán armonizar modalmente o componer ambientes armónicos, pasajes musicales, en definitiva, que suenen claramente de esa forma determinada.
Pero, primero, veamos de dónde salió esta práctica modal, esta manera de hacer música.
Los modos griegos
La historia de los modos es muy antigua y, desde los primeros documentos que conservamos de la Grecia clásica, por ejemplo, aparecen estas configuraciones especiales de notas, estas escalas y acordes derivados que proporcionaban una sonoridad específica cada una de ellas, ideales para ilustrar según qué temas musicales, historias, ideas o estados de ánimo.
Y, entonces, ¿porqué no es ajustados llamar modos griegos a los modos armónicos que utilizamos hoy en día?
Bien, la razón principal es que las notas griegas, por su definición, afinación e incluso número, no coinciden con la afinación de temperamento igual que es el que se usa mayoritariamente en la actualidad. Por lo tanto, la música que pudiéramos componer siguiendo aquellos preceptos, si fuéramos capaces de hacerlo, para empezar, no sonarían de la misma forma que se escucharon en aquella época.
Los modos gregorianos o eclesiásticos
Algunos siglos después, durante la Edad Media, aproximadamente, la música occidental evolucionó en los conventos y, aquellos modos griegos heredados, acabaron transformándose en lo que se conoció como modos gregorianos.
Estos modos, más semejantes a los actuales, tampoco coinciden con lo que solemos hacer en nuestros días, generalmente, ya que, aunque los instrumentos musicales y las afinaciones fueron mejorando con el paso del tiempo, y, por ejemplo, la nota si fue añadida a las seis anteriores que se venían utilizando hasta entonces.
Aún así, el canto gregoriano y sus composiciones, en la práctica, no concuerdan exactamente con el uso moderno que podemos hacer de los modos. Las disonancias, las normas y costumbres respecto a cómo escribir melodías y otros factores provocaron la creación un tipo de música que difícilmente podemos equiparar a las canciones o piezas instrumentales modales contemporáneas.
Los modos armónicos modernos
Una vez estandarizado el sistema de afinación igual como referente de la música occidental y con la construcción de instrumentos muy mejorada, capaces de una precisión y una estabilidad que en el pasado era imposible de conseguir, se fue estableciendo lo que conocemos como modos modernos.

Con ellos podemos componer y expresar, de alguna forma, unos contextos musicales y emocionales muy característicos y, por ejemplo, a diferencia de los modos antiguos, llevar a cualquier tono, que podríamos llamar centro modal, mediante su simple transposición cualquiera de los contextos modales de los que estamos hablando.
Así, podemos componer una canción, pieza instrumental o pasaje musical en Do Mayor o Jónico, o Do Dórico, o Do Frigio, o Fa# Lidio, … o cualquier combinación posible de tono y modo, según nuestra idea, gusto o conveniencia.
¿Cuáles son los modos armónicos?
Entonces, los modos más conocidos y utilizados en la actualidad se corresponden con los que surgen de las notas de la escala mayor.
Esto es exactamente así, como lo oyes.
Las mismas notas de una escala mayor, ordenadas y ejecutadas de otra forma dan lugar a los modos armónicos y la música que surge de su uso produce el sonido característico de cada uno de ellos.
Veamos esos 7 modos, sus escalas musicales correspondientes, sus nombres y características principales.
Modo Jónico
La escala Jónica es básicamente lo que conocemos actualmente como escala Mayor.

Visto de otra manera: Tono – Tono – 1/2Tono – Tono – Tono – Tono – 1/2Tono
Este es el patrón interválico de la escala Jónica o Mayor.
Modo Dórico
El escala Dórica es aquella que contiene las mismas notas que la Jónica o Mayor pero empezando desde la segunda.

Visto de otra manera: Tono – 1/2Tono – Tono – Tono – Tono – 1/2Tono – Tono
Este es el patrón interválico de la escala Dórica, una escala menor.
Modo Frigio
La escala Frigia también surge, de la misma forma, desde la tercera nota de la escala Mayor.

Visto de otra manera: 1/2Tono – Tono – Tono – Tono – 1/2Tono – Tono – Tono
Este es el patrón interválico de la escala Frigia, otra escala menor.
Modo Lidio
La escala Lidia surge de la escala Mayor, igualmente, pero empezando desde su cuarta nota.

Visto de otra manera: Tono – Tono – Tono – 1/2Tono – Tono – Tono – 1/2Tono
Este es el patrón interválico de la escala Lidia, una escala mayor.
Modo Mixolidio
La escala Mixolidia sigue la misma lógica y surge de empezar desde la quinta nota una escala Mayor.

Visto de otra manera: Tono – Tono – 1/2Tono – Tono – Tono – 1/2Tono – Tono
Este es el patrón interválico de la escala Mixolidia, otra escala mayor.
Modo Eólico
La escala Eólica es la que comúnmente conocemos como escala menor natural.

Visto de otra manera: Tono – 1/2Tono – Tono – Tono – 1/2Tono – Tono – Tono
Este es el patrón interválico de la escala Eólica.
Modo Locrio
La escala Locria es la combinación que queda de estas mismas notas o, más bien, intervalos musicales.

Visto de otra manera: 1/2Tono – Tono – Tono – 1/2Tono – Tono – Tono –Tono
Este es el patrón interválico de la escala Locria, que da lugar al modo más inestable y menos utilizado.
Uso de los modos musicales
Y, si estamos utilizando las mismas notas, ¿cómo conseguimos esas diferentes sonoridades modales?
La respuesta a esta pregunta es simple: usándolas de una forma distinta en cada caso.
Cada modo, además de la nota que le da nombre, tiene otra nota característica que será la más importante y estará bien presente tanto en las melodías como en las armonías modales. Esa nota será la que funcionará como señal característica de cada modo.
La notas características de los modos armónicos:
- Jónico: (4) cuarta justa
- Dórico: (6) sexta mayor
- Frigio: (b2) segunda menor
- Lidio: (#4) cuarta aumentada
- Mixolidio: (b7) séptima menor
- Eólico: (b6) sexta menor
- Locrio: (b5) quinta disminuida
Utilizar estas notas y evitar dar importancia a las de la escala Mayor relativa, con la que comparten esas mismas notas, es lo que hará posible escuchar esa sonoridad, esas cadencias, esos colores típicos de cada modo.
Los acordes que utilicemos para armonizar esas melodías seguirán la misma idea y darán importancia alas notas características mientras evitan o sitúan en lugares débiles a acordes como el mayor de la tonalidad relativa.
Resumiendo: si queremos que una canción o tema instrumental suene dórico, por ejemplo, Re dórico, tanto la melodía como la armonía usará como notas principales Re y y Si, mientras evitará o usará como nota de paso a Do.
Conclusiones
Los modos son una de las formas posibles de organizar la música.
Igual que el sistema tonal o alternativas más o menos artificiales de relacionar unos sonidos con otros, este tipo de armonía genera un tipo de sensaciones musicales, de ambientes, de emotividad, si queremos verlo así, que no ofrecen las otras posibilidades compositivas.
Conocer los modos y poder utilizarlos para nuestras canciones o instrumentales nos va a dar más posibilidades a la hora de crear y, además, nos va a conectar con formas musicales muy antiguas que, de algún modo, están en los oídos, las cabezas y los corazones de millones de personas sin que ni siquiera saberlo.
Usar un modo armónico es tener un poder de siglos a nuestro servicio.
No deberíamos olvidarnos de ellos.