Cuando pensamos en la música y las canciones, un elemento aparece sin cesar en nuestra mente, sepamos más o menos teoría, toquemos un instrumento o no: los acordes musicales.

Para la mayoría de nosotros, la melodía y el ritmo prácticamente siempre van a necesitar de un acompañamiento armónico para ser reconocibles, para tener ese poder que nos empuja a recordar y cantar un tema por encima de los otros, a que nos emocionemos con ese conjunto de elementos sonoros, y ese acompañamiento suele tener a los acordes de las canciones como algo muy destacado.
¿Qué es un acorde?
Un acorde es un grupo de tres o más notas que suenan al mismo tiempo.
Esta es la definición corta porque, rápidamente, nos vamos a tener que preguntar; muy bien pero: ¿Qué notas?
De nuevo, la respuesta corta es cualquier grupo de notas. Pero, un momento, ¿es eso posible? Cuando tocamos tres notas al azar al mismo tiempo el resultado probablemente no va a sonar muy bien.
Y, claro, lo que queremos es tocar acordes que suenen bien o, para ser más exactos, como nosotros queramos que suenen. Para conseguir esto hay que investigar un poco y ver qué notas son esas y qué relación tienen entre ellas.
Los intervalos
Para resumir, en un acorde encontramos notas y distancias entre esas notas que lo componen.
Una nota es un nombre que damos a una frecuencia sonora vibratoria determinada. El Do central de un teclado, también llamado Do4, o C4 la en la nomenclatura anglosajona, es una frecuencia de 261,625 hz.
La nota La4, por ejemplo, que es la que se usa como referencia para la afinación estándar, es el nombre que le damos actualmente a la frecuencia sonora de 440 hz.
Y la distancia entre esas dos notas o cualquier otras dos es lo que llamamos intervalos.
Esos intervalos, que pueden verse también como patrones de distancias en una escala musical, se clasifican según la distancia sonora que haya entere ellos. Y esa distancia, que es un número de frecuencias sonoras, se clasifican dándoles un nombre.

Por ejemplo, entre cualquier nota Do y su Re siguiente de la escala mayor de Do, que todos y todas conocemos, hay una distancia de dos semitonos, o un tono que es lo mismo, y a esa distancia le llamamos 2a Mayor.
Entre el mismo Do y el primer Mi que encontramos en sentido ascendente, hay cuatro semitonos, o dos tonos, y a esa distancia le llamamos 3a Mayor.
Y así con cada distancia entra cada dos notas. En la afinación normal que se acostumbra a usar en la mayoría de la música occidental, dentro de una octava encontramos doce notas y, tomando como referencia la primera que suene, tendrá doce intervalos distintos con cada una de ellas.
Estructura de un acorde
Teniendo esto en mente, y remarcando que casi siempre, en el estudio de la teoría musical, los acordes se construyen a partir de las escalas, los acordes de la tonalidad de Do Mayor se formaran combinando notas de la escala de Do Mayor.

La manera más básica de formar acordes es añadir ascendentemente 3as a la nota base o fundamental, la que dará nombre al acorde.
Así, el acorde de Do Mayor contendrá la nota Do, la nota Mi y la nota Sol. El segundo acorde de la tonalidad de Do Mayor será un Re menor y estará compuesto por las notas Re, Fa y La.
Acordes mayores y menores
A estas alturas, tal vez te estés preguntando porqué algunos acordes son mayores y otros menores.
Bien, la respuesta, como siempre está en los intervalos, concretamente en la distancia que hay entre la primera o fundamental y la tercera nota de cada acorde.
La 3a del acorde es la que definirá si éste es mayor o menor. Cuando la distancia entre la primera y la tercera sea de 4 semitonos, o 2 tonos, lo que antes llamamos intervalo de 3a Mayor, entonces el acorde será Mayor. Si, esa tercera nota está a sólo tres semitonos, o 1 tono y medio de su nota fundamental, lo que llamamos un intervalo de 3a menor, entonces estaremos frente a un acorde menor.
Acordes disminuidos y aumentados
Los acordes tríadas, compuestos por sólo tres notas distintas, aunque éstas puedan estar repetidas, se componen de lo que llamamos su primera, tercera y quinta nota.
La tercera ya la hemos visto, puede ser mayor o menor, y la quinta puede ser justa o aumentada o disminuida. ¿Qué significa esto?
El intervalo de 5a justa designa una distancia de 3 tonos y medio, o 7 semitonos, entre ella y la nota de referencia o fundamental del acorde.
Si en el acorde que estamos tocando o escuchando la quinta nota está na 4 tonos, o 8 semitonos, diremos que está sonando un intervalo de quinta aumentada.
Si, en cambio, esa quinta nota está a sólo 3 tonos, o 6 semitonos, de la primera fundamental, entonces estaremos escuchando un intervalo de quinta disminuida.

Tipos de acordes
Una vez mencionadas las bases de lo que conocemos como acordes tríadas, vamos a ver cuales son los tipos principales, las combinaciones de intervalos que podemos encontrar y utilizar en nuestras canciones.
Básicamente, son: mayores, menores, disminuidos y aumentados.
Para ir al grano. Un acorde mayor contendrá siempre una tercera mayor, o sea una distancia de dos tonos por encima de su fundamental.
Un acorde menor contendrá, en cambio, una tercera menor, es decir, un tono y medio, o tres semitonos, por encima de su fundamental.
Un acorde disminuido tendrá la quinta disminuida y, muchas veces, la tercera menor.
Y un acorde aumentado contendrá un intervalo de quinta aumentada y, a menudo, una tercera mayor.
Conclusiones
Los instrumentos polifónicos como el piano, la guitarra y demás pueden reproducir fácilmente acordes.
Cada uno de estos tipos de acorde tiene su propio sonido, su carácter y puede cumplir ciertas funciones o papeles en la música de una canción o una pieza instrumental.
Los acordes mayores suelen ser más enérgicos o vivaces. Los menores, tal vez más apagados o tristes.
Los disminuidos tienen algo tenso, una especie de pregunta encerrada en ellos.
Y los acordes aumentados pueden sonar misteriosos, inestables o hasta dolorosos, según quién los escuche o la situación musical donde aparezcan.
Los acordes son, en definitiva, uno de nuestros mejores amigos, unos extraordinarios compañeros de viaje. Pueden adoptar tantas formas, nos ayudan tanto a ambientar un pasaje musical, a acompañar una melodía o a potenciar la letra de una canción.
Toca acordes. Canta.
Nos hacen falta.