Has oído hablar de ellas. Probablemente conoces alguna. Las escalas musicales son la base melódica de la mayoría de las canciones que escuchamos a diario y, además, tienen una relación directa con la armonía musical que aparece en los arreglos y producciones de todos los géneros y estilos.

De las infinitas notas que existen, aunque no les hayamos dado un nombre a cada una de ellas, en la música occidental, habitualmente, utilizamos sólo doce.
Pero, además, la música y las canciones no suelen usar esas doce notas en cada pieza musical, sino una selección de ellas. Pueden ser cinco, siete, nueve o alguna más, en total. La mayoría de esas notas acostumbran a pertenecer a una o varias escalas musicales.

¿Qué es una escala musical?
Una escala musical es un grupo de notas determinadas con un orden y unas distancias concretas entre ellas. Podemos decir, de otra manera, que es un patrón de intervalos musicales que se repite en cada octava.
La escala mayor tiene un patrón definido y, gracias a ello, y al temperamento igual que es el tipo de afinación que utilizamos habitualmente, su sonido es el mismo y podemos reconocerlo cualquiera que sea la altura en que esté sonando.
Ese es el valor musical de una escala musical: su sonido. El uso de cada una de ellas conduce a un tipo de melodías u otro, a unas sensaciones, a unos ambientes, incluso a unos estados de ánimo más o menos definidos.
Los intervalos musicales
La clave para entender cómo estén formadas las escalas son los intervalos.
Un intervalo musical es la distancia que hay entre dos notas determinadas. Y estas distancias se miden en semitonos.

Un semitono es el resultado de dividir una octava musical, es decir la distancia de un Do al siguiente Do más agudo, por ejemplo, en doce partes iguales. El famoso temperamento igual.
Por lo tanto, cada octava contiene doce semitonos, o lo que es lo mismo, seis tonos.
Cada una de estas distancias entre dos notas recibe un nombre. Por ejemplo, una distancia de 1 semitono la llamaremos Segunda menor, de 2 semitonos (o 1 tono, que es lo mismo) será una Segunda Mayor, de tres semitonos (o 1 tono y medio), pues, Tercera menor y así hasta completar la octava.
Y, una vez más, gracias a la afinación igual que utilizamos mayoritariamente en la música occidental, entender una octava nos va a hacer entender todas las otras octavas del espectro sonoro que el oído humano puede escuchar.
Escalas y acordes
Además, como la música es un todo compuesto de diferentes elementos que están íntimamente relacionados y, en buena medida, dependen unos de los otros, utilizar una escala u otra para crear una melodía condicionará la armonía que se use para el acompañamiento, especialmente.
Y si nuestro proceso creativo es a la inversa, por ejemplo, y empezamos a componer una canción desde los acordes, utilizando progresiones o cadencias determinadas y añadiendo la melodía después, ese contexto armónico, esos acordes van a provocar que las notas elegidas suenen de una u otra manera en conjunto.

Las melodías y las escalas musicales
Si las notas de una melodía pertenecen a una escala determinada, normalmente, esa melodía tendrá el sonido o carácter propio de la escala.
Se suele identificar a las escalas mayores como más enérgicas y alegres, aunque realmente depende de cómo las combinemos. Con las escalas menores sucede igual. Están asociadas a ambientes sonoros y temas más tranquilos, melancólicos, tristes o, simplemente, meditativos.
De todas formas, todo esto es sólo teoría y en ningún caso debe condicionar o limitar nuestra imaginación sonora, nuestra creatividad, nuestro canto y sensibilidad melódica.
Si una melodía resuena bien en nuestro oído y en nuestro interior será una buena melodía y cumplirá exactamente con nuestro objetivo, que no es otro que expresarnos y comunicar nuestra percepción de los asuntos humanos.
Cada melodía, por extraña que te pueda parecer, encontrará su armonía y su acompañamiento de una forma u otra. No hay problema con esto.
Tipos de escalas
Las escalas musicales son, en definitiva, una selección de notas que podemos hacer libremente. Si eliges 5, 6, 7 o más notas y las ordenas de una forma concreta estarás utilizando una escala.
Pero, en realidad sólo un puñado de ellas son las que utilizamos en la mayoría de ocasiones y son con las que nuestro oído esta más familiarizado.
Una forma de clasificarlas es la siguiente:
- Escalas diatónicas: La escala Mayor, la menor armónica, la menor natural y la menor melódica.
- Escalas modales: Dórica, Frígia, Lidia, Mixolidia, Eólica, Locria, etc …
- Otras escalas: Cromática, Pentatónica, Blues, etc …
La escala más importante en la música occidental en la escala Mayor, de la cual surge la tonalidad mayor. En ella se basa el sistema tonal que es el contexto armónico más utilizado en Occidente desde hace más de 300 años.
Es tan importante su influencia que casi cualquier definición o clasificación va hacerse respecto a ella. Su estructura y su sonido basados en la fórmula de tensión y resolución, que representan el primer acorde o tónica y su quinto o Dominante, ha afectado a otras escalas directamente, por ejemplo, a la escala menor natural.
Esta escala, que aparece desde la sexta nota de la escala mayor, se considera su relativa menor y, aunque contiene las mismas notas, su patrón interválico es distinto y provoca que no se pueda construir con ellas un quinto acorde o grado armónico Dominante, sino uno menor. Esto hace imposible replicar la cadencia perfecta que lleva de la tensión dominante al reposo tónico de la escala mayor.

Esto pone en discusión que la escala menor natural sea una escala diatónica ya que no puede cumplir el principal requisito del sistema tonal y su uso, o bien es puntual y combinado con las escalas menor armónica o melódica que sí contienen ese acorde dominante en el quinto grado, o pasa a ser más bien modal.
En este último caso le damos a la misma escala otro nombre: Eólica.
Conclusiones
En definitiva, las escalas musicales están por todas partes, aunque no sepas nada de teoría musical, aunque no las escuches explícitamente en orden ascendente o descendente. Están infiltradas en las melodías de las canciones y los solos o improvisaciones instrumentales, por ejemplo, de muchos géneros musicales.
Conocerlas nos va a proporcionar una comprensión más profunda de la armonía, de los desarrollos melódicos y también, tal vez lo más importante, de porqué suenan de esa forma particular.
Cada distancia entre dos notas provoca una serie de consecuencias sonoras y un conjunto determinado de esas consecuencias es al final, la sonoridad de una escala y, potencialmente, de la estructura de acordes que se levanta sobre ella.
Cada escala suena distinta y es única en ese sentido. Y ese sonido único es el que nos va a servir para expresarnos y comunicar musicalmente nuestros mensajes al mundo, nuestros lamentos, nuestras alegrías o cualquier cosa que queramos imprimir en el discurso musical.
Vamos a escribir canciones con ellas. Vamos a cantar nuestra verdad.