Entre los cientos de herramientas que la era digital ha aportado al mundo de la música y las canciones, hay una especialmente amplia, confusa e importante: los DSPs.

Tanto si las ves cómo una fuente de ingresos o cómo un canal de difusión y promoción de tu música, estos servicios cuentan con millones y millones de oyentes por lo que es imposible obviarlas si tienes un proyecto personal, una banda o quieres prosperar en la industria musical de cualquier manera.
Vamos a ver qué se esconde detrás de esas tres letras misteriosas.
¿Qué es una DSP o Digital Streaming Platform?
El concepto de una Plataforma de Servicios Digitales (DSP, por sus siglas en inglés) puede ser un poco difícil de entender, básicamente, porqué bajo esa denominación se hace referencia a distintos tipos de servicios online, tanto exclusivamente de audio, video u otros contenidos.
Pero vamos a intentar dejarlo claro en las siguientes líneas.
Una DSP es cualquier plataforma online que entrega medios a los consumidores, que podrían ser tanto audiovisuales como películas, programas de televisión, videos creados por usuarios o música.
Algunas DSP, como Amazon, manejan múltiples tipos de medios, mientras que otras como Hulu y Netflix se centran solo en películas o televisión. YouTube es una DSP que maneja todo tipo de medios, incluido el contenido generado por usuarios.

Tipos de DSPs
Los servicios que una plataforma puede proporcionar se dividen en dos categorías básicas: interactivos y no interactivos.
Una plataforma digital de contenido interactivo significa que un usuario puede tener un efecto en lo que está viendo o escuchando. Por ejemplo, en YouTube, los usuarios pueden detener, saltar, reproducir, buscar un video específico o crear una lista de reproducción. En Spotify, los usuarios pueden buscar una canción, artista o género y crear su propia experiencia de escucha única. Incluso en Netflix o Disney Plus, hay una experiencia interactiva porque los usuarios eligen lo que quieren ver.
Las experiencias no interactivas, no permiten a los usuarios elegir música específica, solo la estación. La transmisión de televisión en vivo por internet también es no interactiva; los usuarios pueden elegir qué canal ver pero no pueden elegir qué está en ese canal en un momento dado. Algunos servicios de DSP ofrecen tanto una experiencia interactiva como no interactiva para los usuarios, como Hulu Plus Live TV o Sling TV, donde los usuarios pueden ver algunas cosas de manera interactiva o la televisión en vivo como no interactiva.

DSPs Interactivas vs No interactivas musicales
Las Plataformas de Servicio Digital son esenciales en la industria de la música moderna, ya que permiten a los usuarios acceder a una amplia variedad de contenido musical de todo el mundo.
Vamos a profundizar es estos servicios interactivos y no interactivos, sus propias características y beneficios, centrándonos en los que proveen música y canciones de forma destacada.
Interactivas
Las DSPs interactivas permiten a los usuarios tener un control total sobre su experiencia de escucha. Esto significa que pueden buscar y seleccionar canciones específicas, crear listas de reproducción personalizadas, saltar canciones que no les gustan y repetir las canciones que aman. Algunos ejemplos de DSPs interactivas incluyen Spotify, Apple Music y Tidal.
Estas plataformas suelen ofrecer una experiencia más personalizada, ya que utilizan algoritmos para sugerir canciones y artistas basados en las preferencias y el historial de escucha del usuario. Esto puede ayudar a los usuarios a descubrir nueva música que se alinea con sus gustos.
No Interactivas
Por otro lado, las DSPs no interactivas funcionan de manera similar a la radio tradicional. Los usuarios pueden seleccionar una estación o un género de música, pero no tienen control sobre las canciones específicas que se reproducen. Un ejemplo de este tipo de plataforma es Pandora.
Aunque los usuarios no pueden controlar la música que se reproduce, estas plataformas a menudo utilizan algoritmos sofisticados para crear estaciones de radio personalizadas basadas en las preferencias del usuario. Esto puede proporcionar una experiencia de escucha más pasiva, donde los usuarios pueden descubrir nueva música sin tener que buscarla activamente.
Ahí va una tabla con algunos ejemplos de DSPs interactivas, no interactivas y, también, las que ofrecen ambas opciones:
Tipo de DSP | Ejemplos |
---|---|
Interactivas | Spotify, Apple Music, Tidal, Deezer, Amazon Music, YouTube Music |
No Interactivas | Pandora (modo radio), iHeartRadio, TuneIn |
Ambas opciones | Pandora (ofrece modo radio y selección de canciones específicas en su versión premium), Napster, SoundCloud |
De cualquier manera, hay que dejar claro que la clasificación de las DSPs puede variar dependiendo de las características específicas de cada servicio, y algunas plataformas pueden ofrecer diferentes niveles de interactividad dependiendo del tipo de suscripción que tenga el usuario.
Por ejemplo, Pandora en su versión gratuita funciona como una DSP no interactiva, pero con la suscripción premium, los usuarios pueden seleccionar canciones específicas, lo que la convierte en una DSP interactiva.

El dinero, las regalías y los DSPs dedicados a la música
No cabe ninguna duda. Estas plataformas digitales han revolucionado la forma en que se consume la música, permitiendo a los usuarios acceder a millones de canciones con solo unos pocos clics.
Sin embargo, también han cambiado la forma en que los artistas y los titulares de derechos ganan dinero con su música. Aquí es donde entran en juego las regalías.
Regalías y DSPs
Las regalías son pagos que se hacen a los artistas y a los titulares de derechos por el uso de su música. En el caso de las DSPs, las regalías se generan cada vez que una canción se reproduce en la plataforma.
La cantidad exacta de las regalías puede variar dependiendo de una serie de factores, incluyendo el país en el que se reproduce la canción, si el usuario tiene una suscripción paga o gratuita, y el número total de reproducciones en la plataforma.
Cómo se distribuyen las regalías
La forma en que se distribuyen las regalías también puede ser bastante compleja. En general, las regalías se dividen entre los titulares de los derechos de autor de la grabación sonora (generalmente el artista y la discográfica) y los titulares de los derechos de autor de la composición musical (generalmente el compositor y el editor).
Además, la forma en que se calculan y distribuyen las regalías puede variar de una DSP a otra. Por ejemplo, Spotify utiliza un modelo de «pool de regalías», en el que todos los ingresos de la plataforma se ponen en un «pool«, y luego se distribuyen a los titulares de derechos en función de su proporción de reproducciones totales.

Tienes más información sobre el flujo de dinero de los royalties musicales aquí.
Desafíos y críticas
Aunque las DSPs han proporcionado una nueva fuente de ingresos para los artistas y los titulares de derechos, también han sido objeto de críticas. Muchos artistas han argumentado que las regalías que reciben de las DSPs son demasiado bajas, especialmente en comparación con las ventas de música física y las descargas digitales.
Además, el modelo de distribución de regalías de muchas DSPs ha sido criticado por favorecer a los artistas más populares. Dado que las regalías se distribuyen en función del número total de reproducciones, los artistas que reciben millones de reproducciones tienden a recibir una mayor proporción de las regalías, mientras que los artistas menos conocidos pueden recibir muy poco.
Conclusiones
En fin, las DSPs han cambiado la forma en que los artistas y los titulares de derechos ganan dinero con su música. Y, aunque han proporcionado una nueva fuente de ingresos, también plantean una serie de cuestiones sobre la forma en que se calculan y distribuyen las regalías.
Tanto es así que, para una enorme cantidad de bandas, cantantes y músicos, una plataforma de este tipo es más un medio por el que darse a conocer que una vía de entrada de dinero estable o suficiente.
Es el mundo que tenemos, nos guste más o menos, y debemos entenderlo para posicionarnos en él y, si se da el caso, poder aprovechar para nuestros intereses sus características, para encontrar al público que cantará nuestras canciones, que tarareará nuestras melodías y las haran suyas, para abrirnos camino entre la avalancha de propuestas y el ruido que domina las calles y los medios, para darle, tal vez, algo de sentido a todo esto.