Uno de los estilos musicales protagonistas en estos primeros años del siglo XXI es el Trap. Cuestionado y menospreciado a partes iguales por la inmensa mayoría de la audiencia adulta y visto con simpatía por grupos de jóvenes, especialmente de origen humilde y con vidas complicadas, el género musical en si mismo, está creciendo y expandiéndose.

Historia del Trap. Orígenes
Pero, ¿de dónde ha salido?
A principios de la década de 1990, en Atlanta, Estados Unidos, algunos artistas de Hip hop como Three 6 Mafia, UGK, Outkast y Goodie Mob empezaron a incluir en sus canciones algunos elementos urbanos que, unos años después, se consolidaron en lo que hoy llamamos Trap.
La música Trap
¿Entonces, en qué se concretan todas esas influencias? ¿De qué va eso del Trap?
Musicalmente, los temas del estilo se basa en instrumentos electrónicos y grabaciones caseras, los llamados mixtapes, o canciones construidas con músicas, más o menos manipuladas, de otras canciones ya grabadas y publicadas anteriormente, los beats o instrumentales, en la tradición del Hip hop.
Puede verse como una música urbana low cost, en sus inicios, al menos, pero sus propias carencias, tanto en el plano de calidad sonora como en el de riqueza armónica o estructural, han sido la clave para definir claramente un estilo crudo, directo, con pocos elementos y con mucho peso en la escritura de las letras de sus canciones.
Para hacer canciones Trap utilizan sintetizadores, cajas rítmicas, bajos sub-graves al estilo del Roland-TR808, hi-hats con grandes subdivisiones rítmicas ternarias, toms hundidos en el espectro sonoro, curdas chillonas de inspiración cinematográfica y, en ocasiones, exagerada presencia del efecto digital de voces Auto-tune. El uso predominante de tonos y modos armónicos menores acaban por darle un aire oscuro a todo el conjunto.
Ese sonido alcanzó su mayor popularidad y reconocimiento en el joven productor Lex Luger, que en 2010 colaboró con Rick Ross para crear dos éxitos callejeros, «B.M.F.» (iniciales de «dinero fluyendo rápido» en traducción libre) y «MC Hammer», esencialmente a partir de la misma canción.

El Trap no esconde su fuerte influencia del Hip hop, tanto, que existe confusión acerca de si es un subgénero más o ya ha adquirido una entidad propia distinta de la tradición Hip hop.
El siglo XXI y su aparición en los medios
A mediados de la década de 2000, una buena cantidad de raperos ya introducían elementos claramente Trap en las instrumentales que eran la base musical de sus temas y los medios de comunicación empezaron a dar un espacio a aquel nuevo estilo que transportaba letras sobre drogas, buscarse la vida en las calles y ascender de estatus social.
Varias personalidades del Southern Rap, como T.I., Young Jeezy, Gucci Mane y, el ya mencionado, Rick Ross fueron los primeros en aparecer en discos de mezclas y en emisoras de radio fuera de Estados Unidos con aquellas música distinta e incómoda para la mayoría de oídos.

Las letras en el trap
Siguiendo la tradición de las músicas urbanas, las letras de las canciones Trap tratan los temas cotidianos de sus protagonistas, los jóvenes de barrios pobres o marginales. Poco dinero, menos esperanzas, ningún objetivo más allá de pasar el día, sobrevivir, evadirse, …
En un sentido estricto, el término «trap» se refiere a un lugar donde se hacen tratos de drogas en un barrio pobre de la ciudad. Pero también puede ser usado en un sentido más amplio para describir el comercio de drogas en sí mismo, así como el estado psíquico particular, una mezcla de paranoia y megalomanía, que tiende a acompañar el trabajo de traficante.
Utilizando un vocabulario propio y bajo una clara influencia del fraseo Hip hop, en la mayoría de los casos la métrica de la música trap es incluso más sencilla que la del Rap tradicional, más repetitiva, llegando en ocasiones a ignorar completamente la medida de los versos o la rima.
Drogas, relaciones sexuales y de pareja, chulería y una mezcla de agresividad y resignación son escenarios y actitudes recurrentes en el género.
La década de 2010, éxito y dispersión
A principios de la década de 2010, una segunda ola de artistas Trap alcanzaron los primeros puestos de las listas de éxitos norteamericanas y ayudaron a aumentar sa popularidad.
Lex Luger , además de sintetizar el sonido del género, llegó a producir más de 200 canciones en 2010 y 2011, incluyendo numerosos singles de artistas raperos famosos como «H•A•M» de Kanye West y Jay-Z. Future, Young Thug y especialmente Chief Keef fueron algunos de los más escuchados.

Los ad-libs, expresiones cortas improvisadas, de Keef como «aye», «gang gang», «let’s get it» y «phew» se convirtió en un elemento importante en el mundo del Trap.
También el llamado en inglés «Latin trap», fue popularizándose hacia mediados de la década del 2010 en Latinoamérica, especialmente. Algunos de sus máximos exponentes son: NMH Freestyle, Anuel AA, De La Ghetto o Bad Bunny, entre otros.
Así como el Reggaetón en su momento, el Trap latino fue muy criticado por sus letras que incitaban explícitamente al sexo, drogas, violencia, machismo y demás. Después de algunos escándalos y, en pocos años, el Trap alcanzaría mayor acogida con la aparición del puertorriqueño Bad Bunny, quien varios éxitos entre 2017 y en 2018, contando con numerosas participaciones con artistas como Will Smith, Cardi B y Drake. Otros cantantes urbanos como Anuel AA empezaron a adaptar aquella sonoridad al universo latino así como muchos otros cantantes de reguetón que también grabaron canciones Trap.
En España, no fue hasta el 2012 que el Trap apareció como referencia para las canciones que pequeños artistas underground empezaron a producir y mover de modo amateur. Steve Lean es el protagonista en la producción musical del género, con sus sus beats para PXXR GVNG.
Actualmente el Trap es un estilo musical que se está infiltrando en la música Pop, como en el caso de Billie Eilish o Rosalía, que han incorporado elementos del Trap en sus canciones con un enorme éxito.
Es un género vivo, sin duda. Veremos hasta dónde y hasta cuándo.