Cuando escuchamos la letra de una canción, incluso cuando la estamos cantando, muchas veces nos somos conscientes de todo las partes, pieza y mecanismos verbales que están sucediendo en ella.
Nos dejamos llevar por la música mientras las palabras y los versos alzan su vuelo trenzadas con la melodía. Puede que no nos importe mucho lo que estamos oyendo, pero el texto está inoculando su veneno maravilloso en nosotros de una forma determinada, sofisticada, probada durante siglos.

Vamos a explorar un poco los secretos y trucos que se esconden el las letras de las canciones.
La poesía y las canciones
Cuando hablamos del arte y las palabras, siempre aparece la poesía. Un arte antiguo que se valía entonces como ahora tan sólo del poder de las palabras y el ritmo para cantar, en definitiva, los asuntos humanos y divinos más variados.
Si añadimos una melodía a la ecuación, y tal vez incluso algunos acordes. es cuando empezamos a reconocer lo que comúnmente llamamos canción.
Con esa relación tan directa, no es extraño que al hablar de los elementos, formas y mecanismos de la letra de una canción encontremos procedimientos y estructuras típicas de la poesía. Aunque, de hecho, como ya podemos ver, no estemos frente a poemas, realmente.
Se puede sentir lo poético en cualquier parte, en los detalles o en lo gigantesco, en las cosas y en los seres, pero un poema en algo distinto, algo concreto. Y la letra de una canción obedece a otras reglas distintas, a otro compromiso, a ser parte de algo mayor, en definitiva.
Elementos del texto de las canciones
Vamos a ir mencionando exactamente cuales son exactamente las piezas y las combinaciones textuales que utilizamos para escribir la letra de una canción.
1. Las palabras y las sílabas
En principio, consideramos a las palabras como el elemento mínimo que forma las letras de las canciones.
Pero, en la práctica, tal vez las sílabas sean igual o más decisivas a la hora de elegir una u otra palabra, más o menos equivalentes, en el contexto concreto de una canción. Es decir, las sílabas, los sonidos que componen esas palabras, pueden verse como el ingrediente musical más pequeño.

2. Los versos
Para organizar esas palabras, en primer lugar, pensamos en los versos, en esas líneas que, rimen o no rimen, y tengan una duración más o menos estable o repetida, sirven para ir dando sentido musical al discurso verbal de la canción.
Los hay de diferentes tipos, dependiendo de su medida, de si rima con otros versos o no, e incluso de si respeta un ritmo acentual regular y determinado, así como las combinaciones que se dan entre algunas de estas características.
La métrica
Es la duración de los versos, contada en sílabas y con algunas excepciones a la hora de pronunciar en la unión de ciertos fonemas. Por ejemplo: Un diptongo es una unión silábica de vocales y un hiato, una separación forzada de las vocales contiguas.
La métrica, digamos que determina el ritmo verbal de los versos.
La rima
La rima consiste en la repetición de una secuencia de fonemas a partir de la sílaba tónica o fuerte al final de dos o más versos, y la combinaciones que se den entre esos sonidos repetidos.
La rima no es obligatoria, pero suele aparecer principalmente a partir de la última vocal acentuada, ésta incluida.
Hay varias clases de rima, pero la más conocida y utilizada se refiere al timbre de esos fonemas repetidos.
Será rima consonante, si coinciden todos los sonidos fonéticos finales de los versos, o asonante, si sólo coinciden los fonemas vocálicos, es decir el sonido de las vocales, pero los consonantes, no lo hacen.
3. La estructura en las letras
Lo que conocemos comúnmente en español como letras, o lyrics en inglés, es la combinación de estrofas, estribillos y otros elementos que pueden aparecer en una canción. Suelen diferenciarse entre sí por el contenido y/o por la música.
Estos versos que ya conocemos, sean como sean, se agrupan entre ellos en otras secciones mayores, básicamente, las estrofas y el estribillo. Además, en las canciones actuales encontramos, por ejemplo: introducciones, pre-coros o pre-estribillos, puentes, etc …

Las estrofas
Las estrofas se encargan de explicar el desarrollo de la historia, de desglosar los detalles, los antecedentes o las variables que acompañan al objetivo central de la canción.
Por último, hay que decir también que la prosa, poética o no, es también una posibilidad a la hora de escribir letras y que en ella, la acentuación del discurso tiene el peso rítmico decisivo para que sea percibida como algo musical.
El estribillo
El estribillo es único y se repite varias veces a lo largo de la canción, y suele ser el elemento estructural clave de la letra de una canción.
Está pensado para resumir o unificar todo el contenido, el significado, el propósito que persigue o la historia que explica la canción en su conjunto.
Con la repetición aspira a ser la parte memorable del tema. Por ello, se le considera tradicionalmente el elemento más importante y característico de una canción, casi lo que convierte una pieza con música y letra en una canción, aunque algunas pocas no lo tengan.
4. Los recursos literarios en las canciones
Nos guste más o menos, las letras son una modalidad de la literatura. Si hay alguna duda, podemos recordar al premio Nobel de literatura llamado Bob Dylan.
Seamos conscientes como escritores de canciones o como oyentes, o más bien inconscientes, a la hora de definir en la letra qué lenguaje va a utilizarse o qué va a decir la canción, en definitiva, estamos afrontando cuestiones y mecanismos netamente literarios.

Figuras retóricas
Las figuras literarias o retóricas son formas no convencionales de utilizar las palabras. Tienen algunas particularidades sonoras, gramaticales o de significado, que las alejan de ese uso habitual, por lo que terminan por resultar especialmente expresivas.
Hay una lista enorme de figuras retóricas que se han utilizado, y se utilizan todavía, aunque suene a cosa antigua, a lo largo de la historia y en la actualidad.
Técnicas narrativas
Con estas piezas, por decirlo así, se construye una letra. Pero eso no es todo y todavía hay que tomar más decisiones.
¿Quién explica la historia? ¿Quién la explica, participa en ella o no? A quién va dirigida? ¿Qué actitud tiene el narrador?
Estas son algunas de ellas.
La técnica narrativa es cualquier método, táctica o estrategia que utilice un autor o autora para dar forma a un texto y comunicar algo.
Existen un gran variedad de posibilidades tales como el soliloquio, el diálogo o el lamento, entre otras.
El significado de las letras puede ser explícito o implícito. Algunas letras son abstractas, casi imposibles de descifrar, otras son casi literales.
El conjunto de estas decisiones determinará el estilo, digamos, narrativo que tendrá cada letra, y si estará más o menos de acuerdo con la música y los demás elementos de la canción.
Conclusión
Para resumir todo este asunto, podemos llegar casi a decir que cómo escribimos es prácticamente igual a qué escribimos.
Es un debate muy antiguo este de la forma y el contenido pero el cómo, o sea, la forma, es al menos igual de importante que el qué, o sea ,el contenido.
De hecho, no podemos expresar nada sin darle una forma, o sea, un cómo, a cualquier mensaje o contenido, estos dos aspectos de la expresión tienen que estar orientados en alguna dirección determinada.
Cuando escuchamos la letra de una canción o la escribimos, si hemos pensado en el propósito y el objetivo que persigue, encontraremos un tipo de versos, rimas, lenguaje, escenarios y no otros cualquiera. Ese conjunto de detalles y enfoque, junto con los elementos musicales, darán sentido a la canción completa y llegará a nosotros como el artefacto sencillo y sofisticado que es.
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