Cuando escuchamos música o canciones, aunque no seamos conscientes de ello, muchas cosas están sucediendo al mismo tiempo. Uno de los aspectos más importantes es el ritmo, esa especie de latido musical, aquello que mueve nuestros pies y agita nuestros cuerpos. Y para organizar o intentar explicar ese fenómeno de la naturaleza, la teoría musical definió el concepto de compás.

Vamos a ver un poco de qué se trata.
El ritmo y los compases
Para empezar, tal vez será útil hablar brevemente del ritmo musical.
Nuestra relación personal con el tiempo, con la duración de las cosas y con nuestra percepción de todo ello es bastante compleja pero, cuando se trata de música parece que todo es más sencillo.
Hay algo innato en todo este asunto. Tal vez porque en el vientre de nuestras madres ya escuchamos el latido regular de su corazón, o por el balanceo recurrente de sus pasos.
El caso es que nacemos con la capacidad de reconocer esos patrones, esos pulsos recurrentes que son la base del ritmo, en general, y de las combinaciones rítmicas en la música.
Y, dentro de la enorme variedad de ritmos que podemos escuchar por el mundo, se puede identificar una pulsación en todos ellos, algo implícito, más o menos evidente, que sostiene cualquier combinación rítmica.
Y ese pulso, además, se suele reunir con otros en bloques repetitivos también, en los cuales unos se perciben como más fuertes que otros. A esos pulsos destacados o más fuertes les llamamos acentos.
Este conjunto de ideas y sus combinaciones posibles dan lugar a lo que conocemos como métrica musical y uno de sus elementos más importantes son los compases.

¿Qué es un compás musical?
Entonces, un compás musical es un grupo de pulsos acentuados de una forma determinada que se repiten en el tiempo.
De otra manera, en base a una figura musical de referencia, un número concreto de estas figuras completaran el compás, con la primera de ellas acentuada si no hay otras indicaciones.
Representación de los compases
A la hora de escribir en una partitura o comunicarnos con otros músicos, nos valdremos de una terminología determinada para hablar de este asunto.
Cuando veamos una indicación de compás, lo que nos encontraremos será cosas como 4/4, 3/4, 4, 6/8, 12/8, etc …
Si nos fijamos, aunque los números cambian, la estructura de lo que se representa no lo hace. Encontramos siempre, un número arriba o delante y otro número debajo o detrás
Muy bien. Y, ¿qué significan estos números?
Al primer número, o el superior, le llamamos numerador y determina cuántas figuras musicales aparecen en cada compás de ese tipo.
Y el segundo número, o el inferior, recibe el nombre de denominador y nos dice de qué figura musical base estamos hablando.
- Un 1 = redonda (cuatro tiempos)
- Un 2 = blanca (dos tiempos)
- Un 4 = negra (un tiempo)
- Un 8 = corchea (medio tiempo)
- Un 12 = semicorchea (un cuarto de tiempo)
Por ejemplo, lo que conocemos por compás de 4/4, significa que cada compás constará de cuatro notas negras o cuatro tiempos. El primer 4 de la fórmula o representación, el numerador, indica que ese compás consta de cuatro figuras, y el segundo 4, el denominador, indica que esas cuatro figuras de ese compás son negras, también conocidas como un tiempo.

Compases simples y compuestos
La primera clasificación que debemos tener en cuanta acerca de los compases es que cada tiempo o pulso de los compases se puede percibir, también, a su vez, con pulsos más pequeños o subdivisiones.
Entonces:
Un compás simple será aquel cuyas figuras de referencia se puedan subdividir en mitades. Por ejemplo, un 2/4 o un 3/4.
Y un compás compuesto aquel cuyas figuras base se subdividan en tercios. Por ejemplo, un 6/8 o un 9/8.
Tipos de compases
Esto puede sonar un poco confuso. Vamos a explicarlo mejor y veremos unos cuantos tipos de compases.
Compases binarios

- El 2/4 indica un compás de dos tiempos que pueden dividirse en mitades durante la interpretación.
- El 6/8 indica un tipo de compás de seis corcheas que se pueden subdividir en dos grupos de tres cada una. Un compás binario con subdivisiones ternarias.

Compases ternarios

- El 3/4 indica un compás de tres tiempos que se pueden dividir en mitades cada uno de ellos. Es decir, un compás ternario con subdivisiones binarias.
- El 9/8 indica un compás de nueve corcheas que se puede subdividir en tres partes cada uno de esos tres tiempos. Este sería un compás ternario con subdivisiones también ternarias.

Compases cuaternarios

- El 4/4 indicará, entonces, un compás de cuatro tiempos que pueden subdividirse en mitades cada uno de ellos. Si seguimos con la terminología académica, un compás cuaternario con subdivisiones binarias.
- El 12/8, por su parte, indica un tipo de compás que dura doce corcheas, es decir, cuatro tiempos, que se pueden subdividir en tres partes cada uno de ellos.

Podemos comprobar las muchas combinaciones de que disponemos para componer música y, en realidad, tan sólo hemos mencionado algunas de las opciones, las más básicas y reconocibles.
Si añadimos acentuaciones distintas a las que el oído occidental está habituado o mezclamos distintos compases en secuencias más complejas todavía tendremos a nuestra disposición más posibilidades.
Compases de amalgama y otros tipos de compases irregulares, aunque probablemente no son los más utilizados en la música que escuchamos a diario aparecen aquí y allá regularmente, muchas veces como característica esencial de algunos estilos musicales.
Los palos del flamenco, la música progresiva o muchos ritmos de origen africano utilizan claves y recursos que, desde la base, se apoyan en pulsaciones y acentos recurrentes distintos, resultando en piezas musicales y canciones con una sensaciones rítmicas características.

Conclusiones
Como veis, ser conscientes de los fundamentos del ritmo musical es muy útil para llegar a tener una comprensión más completa y profunda de este fenómenos tan especial y poderoso que nos invade y nos invita a bailar, a movernos, a expresarnos mejor, incluso.
Esta forma de entender y representar la métrica de las canciones y la música, a menudo, necesita de anotaciones o indicaciones adicionales para entender mejor cómo se debe acentuar e interpretar una pieza. Así, por ejemplo, decir o leer la palabra «swing«, en un compás de 4/4, significará que los tiempos acentuados ya no son el primero y el tercero de cada compás , sino más bien el segundo y el cuarto. Una gran parte de la música con raíz africana siente y utiliza este tipo de acentuación como algo habitual.
Este artículo es tan sólo un sumario, una introducción al fantástico mundo de los compases y el ritmo desde un punto de vista de la teoría musical.
En resumen, si te gusta la música pero además te interesa o incluso compones canciones o música instrumental, conocer y entender la variedad de compases musicales va a darte una visión más rica de las obras que escuches y, probablemente, una forma añadida de disfrutar este milagro que conocemos como ritmo, como canciones y como música.