Cuando escribimos canciones, muchos motivos distintos pueden estar detrás de su creación. Desesperación, venganza, agradecimiento, protestas personales o colectivas, declaraciones directas y un largo etcétera.
Y una de las razones por las que escribir una canción es enviar mensajes entre líneas, infiltrar en las letras, en la melodías y los versos, las famosas indirectas.

¿Qué es una indirecta?
Sí, puede que todos y todas ya sepáis qué es una indirecta pero, por si queda algún despistado por ahí, vamos a definirlo rápidamente.
Una indirecta es un mensaje que se expresa de tal forma que no es literal, que utiliza métodos lingüísticos, figuras literarias o tropos para expresar algo, para insinuar o darlo a entender sin decirlo explícitamente.
Letras de canciones, insinuaciones y otros disparos
Las canciones son, por sus cualidades literarias y por el uso artístico del lenguaje, un lugar ideal para desplegar el ingenio y las soluciones más imaginativas. Para explicar una historia personal, expresar un sentimiento o enviar un mensaje o todo esto al mismo tiempo, al escribir la letra de una canción una indirecta puede conseguir ese propósito con una especial eficacia.
Cuando nos dicen o decimos una cosa, cualquiera que esta sea, de un modo original o inesperado, utilizando el sarcasmo, la ironía o alguna exageración, por ejemplo, además de enviar el contenido esencial del mensaje, añadimos un extra de sensibilidad personal, un plus de emotividad que enriquece y da más interés a cualquier declaración.
Ejemplos de canciones con indirectas
Hay tantísimos casos, tantísimas letras que se han valido de este recurso para dar un extra a su discurso que es muy difícil elegir unos pocos ejemplos.
La temática amorosa, o el desamor, es probablemente el terreno más recurrente para este tipo de recursos.
En español encontramos en prácticamente todos los estilos musicales indirectas y también directas en un grado u otro. Canciones como «Promesas que no valen nada«, de Los Piratas, «Despedida«, de Julieta Venegas, «Hombre al Agua«, de Soda Stereo, «Loca«, de Luz Casal o “Pero ya no”, de Bad Bunny y tantas otras.
En ocasiones, las indirectas se basan en no mencionar directamente al destinatario o destinataria del mensaje, de la canción, y la letra en sí misma es absolutamente clara y directa.
Entre las canciones en inglés podemos mencionar «Layla«, de Eric Clapton, «Thank u, next«, de Ariana Grande, «Girlfriend«, de Avril Lavigne, «Paper Doll«, de John Mayer o «Blame Game«, de Kanye West.
Estos son algunos ejemplos de esta forma de escribir letras de canciones con ese sentido figurado desfilando por sus versos, queriendo decir algo más de lo que dicen, algo distinto con el poder de la insinuación, la ironía o el puro despecho.
Cualquier género musical va a permitir una buena dosis de indirectas en las letras de sus canciones, como habéis visto en los ejemplos anteriores. Una indirecta es un extra a la hora de expresar nuestros sentimientos o ideas, algo valioso que lleva a un texto a otro terreno, muchas veces más rico e interesante.
Usando las indirectas
Una forma de construir indirectas es utilizar relatos o afirmaciones directas pero dirigidas a otra y otro destinatario diferente del que en realidad es el objetivo del mensaje.
Por ejemplo. Si explico cómo me voy a dar una vuelta con X persona y lo bien que me lo paso y lo maravilloso que es todo, con tan sólo alguna ligera referencia a que otra persona, que podríamos llamar Y, no ha sido la elegida como compañía en su lugar, estaremos enviando una indirecta que vendría a decir: has perdido tu ocasión.
Otra forma de enviar una indirecta en un texto o una canción es ser completamente indirecto y no mencionar a nadie en concreto, ni siquiera ligeramente, y describir lo bien que nos van las cosas así.
También, por otro lado, podemos elegir nombrar directamente a alguien y hacer una lista de lo malo vivido entonces, o lo lejana que queda una historia determinada y contraponerlo a un presente feliz y mejor a todo aquello pasado.
La ironía es uno de los recursos más efectivos para enviar indirectas en la letra de una canción. Describir lo mal que estamos tras una separación o después de que nos hayan quitado algo, por ejemplo, enumerando la cantidad de cosas buenas con las que nos hemos quedado y lo negativo que ya no tenemos que aguantar, puede ser una forma contundente de hacer entender que estamos mucho mejor SIN aquello que ya no tenemos.

Conclusiones
Últimamente, con la abundancia de las listas de reproducción o playlists temáticas, por ejemplo, se ha puesto una atención especial en este tipo de recursos verbales aplicados a las letras de las canciones.
Spotify y demás servicios de streaming, las radios digitales o el mismo Youtube, ofrecen selecciones musicales protagonizadas por canciones con indirectas. Estas canciones se usan en las redes sociales y los otros medios de comunicación digitales modernos para enviar mensajes a amigos o amigas, conocidos o parejas con intenciones variadas, pero siempre con el valor que aporta a la comunicación una declaración indirecta, una aproximación sutil o algún tipo de ironía más o menos sofisticada.
A menudo, la indirecta es muy directa y, por ejemplo, se envía o publica una canción explícitamente de amor, mencionando a alguien en concreto y, bueno, si ya no recibes el mensaje así … supongo que ya no hay mucho más que hacer.
En definitiva, las indirectas son una mina de posibilidades. Pueden ser una ocasión para la venganza, para la reivindicación, para flirtear, para dejar cosas o situaciones atrás y mirar adelante, … para tantas cosas.
Si escribes canciones no debes olvidar este recurso y usarlo cuando quieras algo más que un discurso directo, literal y plano. Te va a ayudar a llevar tus composiciones a otro nivel de sofisticación e interés.