Cuando escribimos letras de canciones, textos que aspiran encajar en una melodía y formar parte de una canción completa, tenemos que pensar que no cualquier tipo de redacción va a facilitar que eso suceda.

Esas letras, como hermanas de los poemas que son, van a requerir prácticamente siempre de una estructura, de una forma que se adapte al discurso musical, a su ritmo, al espacio por el que la melodía, especialmente, va a exponer lo que queramos decir en ella.
Veamos algunas características básicas que afectan a los versos que se cantan, a la llamada métrica en las letras de las canciones.
Métrica, poesía y canciones
Escribir la letra de una canción, como hemos dicho, es algo más que sencillamente anotar lo primero que se nos pasa por la cabeza y la métrica es uno de los aspectos que más va a influir en que la podamos leer como un texto destinado a llevar música.
Este tema probablemente os sonará de la escuela, del estudio de la poesía en literatura o de vuestro propio interés en el campo de la lírica.
¿Qué es la métrica literaria?
Como recordatorio, entonces, diremos que la métrica es el conjunto de segmentos regulares que caracterizan la poesía versificada y la prosa rítmica. Básicamente: el verso, la estrofa y el poema.
Para nuestro caso particular, la letra de una canción es el contenedor de esos versos y estrofas.
Que una letra se considere poema o poesía o de cualquier otra forma es una discusión distinta en la que no entraremos aquí.
Para explicar este aspecto tan importante de las letras de las canciones, utilizaremos referencias literarias ya que, como hemos comentado en otras veces, son una forma literaria.
En la métrica en idioma español, el verso está formado básicamente por un número más o menos fijo de sílabas y una determinada distribución de acentos.
En otros idiomas y tradiciones culturales se han utilizado otras formas de medir y ordenar estas recurrencias como, por ejemplo, la aliteración interna de los versos germanos y escandinavos, o los llamados pies griegos o latinos, formados por un número reducido de sílabas largas y breves.
Contar sílabas y versos en una canción
Entonces, hay que contar, sí, ya sabéis.
Recordemos los detalles.
Las palabras son agudas, cuando la última sílaba está acentuada, llanas, cuando la penúltima sílaba es la fuerte o esdrújulas, cuando la acentuación está en la antepenúltima sílaba.
Seguimos.
Las convenciones utilizadas para contar el número de sílabas de un verso escrito en lengua española son:
- Si el verso acaba en palabra aguda, se cuenta una sílaba más.
- Si el verso acaba en palabra llana, no se añaden ni se restan sílabas métricas.
- Si el verso acaba en palabra esdrújula, se cuenta una sílaba menos.
Hay que tener en cuenta las relaciones fonéticas entre las vocales contiguas, aquello que estudiamos en la clase de lengua de la escuela.
Si no las recuerdas, hay muchos tutoriales por ahí, pero en tu forma de hablar encontrarás la mayoría de las respuestas a las dudas métricas que te puedan surgir.
Los diptongos o unión silábica de vocales contiguas y los hiatos o separación en una palabra, y sus equivalentes sinalefa y dialefa entre palabras contiguas, son las claves para el recuento correcto de las sílabas.
Además, hay excepciones, también llamadas licencias, para cuadrar la métrica de los versos o para producir efectos concretos en la pronunciación o el ritmo.
De un modo general tenemos dos grupos: los que eliminan o añaden sonidos o fonemas a la palabras y la llamada dislocación acentual que acentúa una sílaba débil o átona y convierte la sílaba fuerte original en débil.
Pero los versos no tienen que estar necesariamente sujetos a una métrica determinada.
El llamado verso libre, por ejemplo, no está sujeto a rima ni a medida.
Seguimos con esta pequeña clase de literatura.

Tipos de versos
Según este criterio, hay cuatro tipos principales de versos: de menor a mayor extensión, son los de arte menor, los de arte mayor, los compuestos y el versículo.
- El arte menor está formado por los versos que tienen hasta ocho sílabas.
- El arte mayor, por el contrario, está formado por los versos que tienen nueve o más sílabas.
- Los versos de más de once sílabas, denominados compuestos de arte mayor, tienen una división o cesura interior constante, una pausa fijada hacia su mitad.
- Para acabar, el versículo, que es un verso irregular sin número fijo de sílabas y por lo general tan largo que desborda el arte mayor.
El ritmo y los acentos métricos
Pero los versos también pueden organizarse internamente mediante acentos fijos en determinadas sílabas, más que en un total de sílabas por verso.
Por ejemplo, el endecasílabo acentuado en primera y sexta sílaba se denomina enfático; el acentuado en segunda y sexta, heroico; y el acentuado en tercera y sexta, melódico, dando cada uno de ellos una distinta expresividad.
Existen dos tipos de ritmos verbales, principalmente, en el verso español:
- Si dividimos el verso en partes de dos sílabas: el que acentúa las sílabas impares o ritmo trocaico y el que procura acentuar las pares, o ritmo yámbico.
- Si por el contrario dividimos el verso en grupos de tres sílabas tenemos tres tipos de ritmos, según si acentuamos la primera segunda o tercera sílaba de cada tres. el ritmo dactílico, el anfibráquico y el anapéstico, siguiendo la tradición de los pies en la poesía grecolatina clásica.
Aunque parezca imposible, aunque suene a la cosa más antigua del mundo, este tipo de juegos rítmicos dentro del verso son utilizados a menudo por los raperos o improvisadores en el hip hop, usando tresillos y otras figuras rítmicas en su fraseo, aunque de un modo muy libre.
Y hasta aquí, nuestro amigo, el verso.

Las estrofas
Estos versos se suelen agrupar en estrofas, que en cuanto a métrica son un conjunto de versos con una distribución fija de sílabas que se repite en un mismo poema con regularidad.
Las estrofas, en sus diversas formas, son las principales secciones que estructuran la letra de una canción. Serán estribillos, pre-coros, puentes o cualquier otro bloque funcional en la canción, pero tendrá habitualmente una estructura propia y alguna relación con el resto.
A menudo, la estrofa encierra un pensamiento completo, por lo que posee una cierta autonomía semántica. Las estrofas de la métrica castellana comprenden entre dos y trece versos.
Algunas estrofas serían:
- Pareados (estrofas de dos versos rimados)
- El terceto está formado por tres versos generalmente endecasílabos (11 sílabas), influencia del renacimiento italiano.
- Entre las estrofas de 4 versos podemos mencionar la cuarteta asonantada o copla, que es un grupo de cuatro versos octosílabos.
- De cinco versos encontramos la lira, que es una estrofa de cinco versos de siete y once sílabas.
- La sextilla es la combinación de seis versos cortos, generalmente octosílabos.
- La octavilla, estrofa de ocho versos cortos; la más común se compone de octosílabos, rimados de muy diversas maneras.
- Entre los versos de diez sílabas, destaca la décima. Es una estrofa formada por 10 versos octosílabos que junta o agrupa dos quintillas como semi-estrofas.
La rima juega un papel importante a la hora de distinguir un tipo de estrofa de otro.

Conclusiones
En resumen, hay que remarcar y darnos cuenta de que la relación de la melodía de una canción y su letra, cada una con su propio sonido y su ritmo, son el punto clave donde se encuentran esos dos mundos, el musical y el significativo.
Podrían haber existido por separado como poesía o texto y música instrumental, por ejemplo, pero su unión, la relación que establezcan una con la otra, marcará el sentido del conjunto y fundará eso que llamamos “canción”.
La métrica en las letras de las canciones han ido evolucionando a lo largo del tiempo, como todo, y han pasado contextos históricos y sociales de mayor restricción o mayor libertad.
Puede que todo este asunto de la longitud de los versos te parezca aburrido o poco útil, o que te sientas limitado al tener que considerar este elemento de las letras en las canciones.
Si es así, tengo buenas noticias para ti.
Las letras de las canciones no tienen porqué ser poemas, ni poesía, aunque alguna de ellas pueda considerarse así.
El hecho es que, a diferencia de la poesía, que sólo cuenta con la música y el ritmo de sus propias palabras, su organización y su rima para mostrarse, las letras de las canciones tienen unos aliados poderosos: la melodía, el ritmo y la armonía.
Así que, no lo dudes más y escribe tu canción.